Life is very long, when you're lonely

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Morrissey-Voz
Johnny Marr-Guitarras, armonio, sintetizado de instrumentos de cuerda y arreglos de flauta
Andy Rourke-Bajo
Mike Joyce-Batería.

Hoy hace treinta años. A decir verda para mí son veintinueve. El dieciseis de junio de mil novecientos ochenta y seis salió a la venta en el Reino Unido The Queen is dead, el que para mí es el disco que contiene el cancionero de mi vida. Tampoco es cierto, porque éste es bastante más amplio, aunque mayoritariamente del grupo de Manchester. Son diez canciones que abarcan el amor, el desamor, la ironía, la protesta, la economía, la política, el aticlericanismo, la cultura, la historia, la soledad y, sobre todo, la belleza que desprende. Dice Morrissey en una de sus canciones "Keats and Yeats are on your side, while Wilde is on mine". Otra verdad que no es del todo cierta. El brillo provocador de todo el disco contiene la innegable influencia de Oscar Wilde, pero el esqueleto es el reflejo de la obra de Yeats. Puede hablarse con la misma sensibilidad de política o del desamor, y todo con el romanticismo de Keats.

Mis veintinueve años parten desde una cinta de casette, en la que en una cara estaba The Queen is dead y en la otra su primer disco, el homónimo The Smiths. Muchas veces digo, para que cunda el escepticismo entre la gente que me conoce que he escuchado The Queen is dead más de mil veces. No sé si es cierto. Tiempo he tenido; y ese tiempo es el que me ha llevado de considerarlo un gran disco a erigirse en la cúspide de mi propio canon, donde se articular muchas de las características que me definen. En mis primeros años de escucha de los de Manchester, su segundo disco, Hatful of hollow, era el summun del universo smithiano, aun siendo un recopilatorio. El tiempo, más bien, el paso del tiempo y sus asquerosos delitos, como dice Morrissey en una estrofa de Rubber Ring, me llevaron a cambiar dicha calificación. 



La primera canción, The queen is dead, da nombre al disco. Comienza con puna cita de un film británico de 1962, The L-Shaped Room, no lo he visto nunca. Después la batería con un ritmo que podría haber producido el mismísimo Martin Hannett, inicia un tempo no muy rápido al que acompañan Johnny Marr y Andy Rourke. Entra Morrissey con una historia en la que la crítica a la sociedad thatcheriana, tuvo éste su merecido homenaje dos años después, a la casa real británica y la iglesia. Marr acaba el tema totalmente desbocado.



La segunda canción me descolocó durante muchísimos años. El tono burlón, incluso infantil me volvía loco. ¿Qué quería decir? El título Frankly, Mr. Shakly, al que es futbolero el nombre de Bill Shakly lo asocia al Liverpool ¿no estamos hablando de un grupo de Manchester? Así que todo era una burla para Geoff Travis, dueño y fundador de Rough Trade, la discográfica de The Smiths, y la tacañería en medio de las negociaciones de un nuevo contrato.



Cuando tienes veinte años, con poco dinero, sin novia y con un cambio brusco en tu vida, sentado en una solitaria habitación escuchando "If you're so funny, the why are you on your own tonight?" es difícil no caer en el placentero ensimismamiento de verte reconocido. I know it's over es para mí LA CANCIÓN, una balada triste en la que te abrazas al mundo de los perdedores. De toda la producción de Morrissey a mi modo de ver es su canción más redonda. "It`s so easy to laugh, it's so easey to hate, it takes guts to be gentle and kind", define la diferencia entre como somos unos y otros.



"I had a really bad dream, it lasted 20 years, 7 months, and 27 days" reza en una de sus estrofas. El peor de los míos empezo cuando tenía más o menos esa edad, simple casualidad. Aunque Had no one ever habla de otra cosa para mí tiene un significado que está siempre ahí, como una losa. 



 Una canción con una alegría embriagadora, Cemetry gates, es una feroz burla hacia quien criticaba a Morrissey por el uso de textos de sus autores favoritos. (Some dizzy whore 1804). El impacto que sufrí por esta canción me llevó a leer a Keats y Yeats de manera compulsiva y, de paso, que la poesía formara parte de mi vida.



Recuerdo una entrevista a Pet Shop Boys, grupo que no me gusta especialmente, que en una de sus visitas a España fueron a una discoteca y vieron estupefactos como la gente bailaba alegremente una de sus canciones con una de las letras más duras. Nosotros bailábamos Bigmouth Strikes Again sin saber absolutamente nada a lo que se refería la canción. En un país donde la violencia machista parece no tener fin, una canción como ésta te hace pensar cuán diferente es el planteamiento a la hora de afrontar un tema tan delicado por parte de grupos ingleses respecto a los españoles.



The boy with the thorn in his side, es una de las primeras canciones escritas por Morrissey que entendí su significado. Habla, supongo, de un drama personal de Mozz, y de las que he más he disfrutado, cuán curioso puede ser el goce propio. ¿Quién no ha tenido la angustia por la incomprensión de tus padres? El trabajo de arreglos de guitarra de Marr roza lo sublime.



Vicar in a tutu está más vigente que nunca. Personajes tan despreciables como el arzobispo Cañizares merecen una mofa tan divertida como ésta canción. Si has nacido y vivido en el norte, cuando te vienes al sur te das cuenta como la iglesia está metida en todas partes. Ser ateo deviene en algo quasi obligado. Lo dicho anteriormente, es mejor estar en el bando de los perdedores.



El gran hit. There is a light that never goes out tiene una de las melodías más hermosas que haya oído en mi vida. Ser joven, no querer seguir las normas establecidas, hacer los primeros amigos, el primer amor. Es la canción que mejor refleja el brillo que atenúa la angustia juveniz. Mozz tenía razón, nunca se apagará.



El hipnótico arpegio que ejecuta Marr durante toda la canción, creo, que con el de "Suffer little children" el el más logrado por el guitarrista mancuniano.  Some girls are bigger than others para muchos es una canción con una letra frívola, que desmerece a la guitarra. Yo no sé realmente a lo que Mozz se refiere, aunque viniendo de él se puede esperar cualquier cosa. Es un espléndido cierre a un gran disco.


El disco supuso un paso adelante en cuanto al trabajo de producción respecto al soberbio realizado en el anterior, Meat is Murder, donde Marr muestra como se puede ser un grandísimo guitarrista sin la necesidad de caer en la vacuidad del guitar hero. Rourke y Joyce fueron una sección rítmica muy efectiva y Morrissey con todos sus defectos es uno de los grandes letristas de la historia del pop y, en los últimos treinta años, seguramente no tiene parangón.



El disco está producido por Morrissey y Marr. Los ingenieros de sonido fueron Stephe Street, y John Potter (sólo en Frankly, Mr. Shankly). 

A modo de curiosidad fue elegido por la revista Guitar Player como mejor disco en 1986. 












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